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Benito Rebolledo merece Justicia


Benito Rebolledo, artista discipulo de Pedro Lira, se caracterizo por pintar al aire libre, pero por la luminosidad de sus paisajes y desnudos frente al mar, no lo incluría en la generación del 13,  su pintura se considera muy cercana al pintor español Sorolla. 


Proveniente de familia campesina y de escasos recursos, desde pequeño sintió inclinación por el dibujo y la pintura. Al llegar a Santiago debió trabajar duro y vivir con obreros hasta que logró ingresar a la Escuela de Bellas Artes, donde fue alumno de Pedro Lira y Juan Francisco González. De acuerdo a su fecha de nacimiento pudo haber pertenecido a la Generación del 13, pero su realismo de cromatismo vigoroso y luminoso lo situaron en el Grupo Naturalista. Aquí, junto a otros artistas como Ricardo Richon Brunet, Pedro Reszka, Arturo Pacheco Altamirano, Pedro Subercaseaux, Luis Strozzi y José Caracci, siguieron una orientación académica, con persistencia del naturalismo, pero rompiendo los esquemas pictóricos del siglo anterior.



Las primeras obras de Benito Rebolledo se inspiraron en temas sociales, muy de acuerdo a su experiencia de vida entre obreros. Esas primeras telas no tuvieron ningún éxito, sin embargo, fueron sus paisajes, desnudos frente al mar, pinturas de animales y escenas bíblicas y sus últimos retratos, por los que se conoció y valoró al artista.



Su estilo se ha definido como "realismo luminoso", donde acepta del Impresionismo algunos de sus elementos esenciales como la luz, los colores claros y los temas sencillos. Su obra se ha vinculado muy estrechamente al estilo del maestro valenciano Joaquín Sorolla, quien había popularizado en España una modalidad del Impresionismo galo: la captación de las figuras humanas al aire libre, a pleno sol, que aclara los colores y acentúa las luces.


Las tonalidades intensas, casi crudas, de los días veraniegos en la playa, fueron las predilectas del pintor, que también mostraba los efectos del sol reverberando sobre los cuerpos mojados ("Mujer en la playa"). Azules ultramar, blancos, lilas, rosas, morados y púrpuras habitan los cuadros de Rebolledo ("La brisa del mar"). No funde las formas, al contrario, las subraya y exalta, utilizando para ello anchas pinceladas, amplio dibujo, formas a veces monumentales, composición sencilla en pirámide. 



También la infancia y la maternidad son temas que atrajeron los pinceles del artista ("Maternidad", "Cabeza de niña"), donde utilizó una paleta con predominio de los tonos rosas en los rostros y cuerpos.


Benito Rebolledo fue una destacada figura dentro del ambiente de las artes en Chile.


Entre los premios que obtuvo destacan: Medalla de Honor, Salón Oficial (1902); Tercera Medalla Salón Oficial (1904); Segunda Medalla, Salón Oficial (1907); Premio de Género, Certamen Arturo M. Edwards, Salón Oficial (1907); Primera Medalla, Salón Oficial (1908); Tercera Medalla, Exposición Internacional de Buenos Aires, Argentina (1910); Primera Medalla, Exposición Internacional del Centenario, Santiago (1910); Premio de Honor, Salón Oficial (1926); Premio de Honor Certamen Arturo M. Edwards, Salón Oficial (1926); Premio Certamen Enrique Matte Blanco, Salón Oficial (1926); Premio Nacional de Arte (29 de octubre de 1959).


   



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