El arte de robar millones

En 1976, se registró uno de los robos de arte más importantes al ser sustraídas 118 piezas del Museo de Aviñón (Francia). En 1994, se produjeron dos desapariciones espectaculares; una veintena de telas en Zúrich (Suiza), en la galería de arte Bollag, y en otra, fueron sustraídos siete cuadros, más tarde recuperados por el galerista Max Bollag.


Marina Picasso, nieta del pintor fue victima de los ladrones que sustrajeron unos 15 cuadros valorados en unos 20 millones de dolares en Cannes en noviembre de 1989. En marzo de 1988, fue robado El tonto, en Zúrich.


Unos meses después, en enero de 1990, fueron robados tres dibujos del museo de la Vieille-Charité, en Marsella. También en ese mismo año, durante la invasión iraquí de Kuwait, fue sustraído el cuadro de Pablo Picasso "La mujer desnuda", valorado en $10 millones, del museo kuwaití Qaet al Ahmadi.
El óleo fue hallado en 2009 en Babel (Iraq), en manos de un ciudadano iraquí cuando lo iba a vender por $450 mil.


Las obras del pintor español Pablo Ruiz Picasso, una de las cuales fue sustraída el pasado lunes de la Galería Nacional de Atenas, figuran entre las más codiciadas por los ladrones de arte. Uno de los últimos robos se produjo el pasado octubre cuando unos desconocidos se llevaron un pequeño aguafuerte de la Casa Museo Negret, de la ciudad colombiana de Popayán. 

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