Jackson Pollock |
La mala suerte de Lagrange no se acabó ahí. Cuando el 2 de diciembre demandó en un juzgado federal de Estados Unidos a la hasta ahora prestigiosa galería neoyorquina Knoedler & Company –donde había adquirido el cuadro– se enteró de que la casa, de 165 años de trayectoria, había cerrado para siempre dos días antes, después de recibir un peritaje de la obra solicitado por Lagrange.
Ahora, el FBI investiga la posible falsificación de otros 18 cuadros vendidos –adjudicados a Willem de Kooning, Pollock, Robert Motherwell, Franz Kline y Richard Diebenkorn, entre otros.
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