Tàpies, el mayor artista vivo de Catalunya realiza una obra para celebrar la edición en catalán de 'La Vanguardia' | Tàpies ha recorrido 88 años con una vocación cívica siempre activa y comprometida | El arte ha sido para Tàpies el lugar desde donde intervenir en los momentos más decisivos de su país
Tàpies es más que el nombre del mayor artista vivo
de este país y su mejor embajador en el mundo. Pocas personas pueden
representar hoy, como él, al mismo tiempo, el compromiso con la lengua y
la cultura catalanas, la proyección en el mundo global desde un intenso
arraigo local, la dimensión cívica y la preocupación por la realidad
social y política, el respeto por la tradición y la apuesta decidida por
la modernidad. Él mismo recordaba, en el prólogo de su libro La pràctica de l'art
(1970) que, en el país del jo pinto i prou, todavía extrañaba a muchos
que un artista participara de la vida comunitaria de su país y viviera,
como cualquier otro ciudadano, las preocupaciones políticas de su época.
Y que, encima, pusiera por escrito, para compartirlas, sus opiniones.
Sin embargo, Tàpies, en realidad, nunca ha dejado de hacerlo.
Tàpies ha recorrido 88 años con una vocación cívica siempre activa y comprometida. Por eso no extraña que, cuando José Antich lo invitó a participar en la salida de la edición en catalán de La Vanguardia,
Tàpies, que siempre se ha confesado lector del diario y que se alegró de la noticia como tantos lectores y suscriptores estas semanas por toda Catalunya, accediera con la generosidad que lo caracteriza a hacerle una obra para celebrar un momento sin duda histórico. Basta recordar su participación en la Caputxinada de 1966 para entender hasta qué punto
Tàpies ha estado siempre al lado de todos los gestos con los que se ha ido normalizando la vida y la cultura de este país. El arte no ha sido nunca, para Tàpies, una torre de marfil donde aislarse del mundo, sino, al contrario, el lugar desde donde intervenir en los momentos más decisivos de su país.