Raúl Ruiz |
Con una filmografía que suma más de 150 películas, la última de ellas, Misterios de Lisboa, rodada en portugués, saludada unánimemente por la crítica como una obra maestra, obtuvo en el pasado festival de San Sebastián la Concha de Plata a la mejor dirección. También deja en dique seco dos proyectos, un documental sobre su infancia en Chile en proceso de montaje y una película de ficción, As Linhas de Torres, sobre las campañas bélicas de Napoleón, que su productor, el portugués Paulo Branco, planea rodar siguiendo las detalladas indicaciones del director.
Para hacerse una idea de la singularidad de Ruiz no hay más que recordar que a fines de los 80, él fue uno de los escasos realizadores a los que la mítica revista Cahiers du Cinéma dedicó un número completo y eligió La hipótesis del cuadro robado como una de las diez mejores cintas de los 70. El periodista Serge Toubiana definió el estilo de Ruiz como "un cine torcido, porque es visto a través de curiosos prismas siempre desnaturalizando la perspectiva clásica".
En los 90, las producciones de Ruiz tuvieron un mayor presupuesto y distribución, sin abandonar su carácter transgresor. Fue entonces cuando contó con actores de primera línea como Marcello Mastroianni (Tres vidas y una sola muerte) o Catherine Deneuve (Genealogías de un crimen). El cineasta estaba casado con la realizadora Valeria Sarmiento. Sus restos mortales regresarán a su Chile natal, tal y como era su deseo.
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