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Arte latinoamericano no cumple expectativas

Atardecer por G. Murillo
La Subasta de Arte Latinoamericano, que anoche se llevó a cabo en una casa especializada de Ciudad de Mejico, fue una sesión de sorpresas, con cuadros que habían despertado mucho interés pero al final no fueron adquiridos, y viceversa.
 
Fue el caso del lienzo Atardecer, del mexicano Gerardo Murillo Dr. Atl, cuyo monto de puja inicial fue fijado en un millón 700 mil pesos pero no llenó las expectativas de los compradores, mientras La alcoba, del colombiano Fernando Botero se vendió en 500 mil pesos.

La Morton Casa de Subastas registró un lleno de interesados en las piezas a subastar durante la velada. Los reflectores habían sido puestos sobre la obra del Dr. Atl, con el precio de salida más alta de la noche, pero que no llenó los requisitos de los postores.

Sin embargo, durante la subasta se vendieron obras como Crucero peligroso, de Abel Quezada, que tuvo un precio de salida de 200 mil pesos y la puja llegó hasta 280 mil; otro caso fue Casero frente al mar, de Nahui Olin, que inició con 160 mil y llegó a 260 mil pesos.

Otros lotes por los que los compradores se interesaron fueron: La bañista, de Gabriel Fernández Ledesma, que de 80 mil pesos llegó a 200 mil, y la escultura Caballo con trenza, de Jorge Marín, que de 80 mil pesos la puja llegó a 145 mil.

Del artista plástico Juan Soriano se subastaron las obras Toro con banderillas, que se adquirió en 90 mil pesos; Desnudo femenino en verdes, salió en 55 mil, y Dafne IV, en 100 mil unidades monetarias.

En tanto, las piezas de Rafael Cauduro sí fueron adquiridas por algún interesado, como Personaje amarillo, en 95 mil pesos, y Caballo rojo, en la misma cantidad. De Jesús Urbieta se vendió la obra Niño de azotea en 18 mil pesos.

Otra de las piezas vendidas fueron de Rufino Tamayo, Sandías con manzana, en 170 mil pesos; Sandías en 130 mil, e Interior con sandía, en 85 mil.

En cambio, las piezas del artista plástico oaxaqueño Francisco Toledo, como Insectario No. 45 e Insectario No. 25, que tuvieron una salida de 42 mil y 45 mil pesos, respectivamente, fueron retiradas luego de que no hubo comprador.

1 comentario:

  1. Habrá que matar a los artistas muertos para que los vivos puedan vender sus obras, claro que impresiona mas tener un Picasso, aunque sea horrible de feo, que tener uno de Francisco Toledo.Es una lástima.Juan Gutierrez

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