En sólo cinco años, Feria Pinta se ha convertido en la vitrina de
arte latinoamericano más influyente del mundo. Partió con gran éxito en
2007, en Nueva York, de la mano de los curadores argentinos Diego Costa
Peuser, Alejandro Zaia y Mauro Herlitzka, quienes decidieron, el año
pasado, saltar al mercado europeo, instalando una sede de Pinta en el
Earl Court Exhibition Centre de Londres y que hoy finaliza su segunda
edición.
Con más de cuatro mil visitas hasta ahora, la convocatoria ha
superado las expectativas. "Hasta el momento hemos vendido las obras de
Joaquín Cociña, pero en general hay mucho interés por nuestros artistas.
Es un público curioso que compra arte con conocimientos y ganas",
cuenta Irene Abujatum, directora de Feria Ch.ACO y de galería Afa, una
de las invitadas a la feria junto a la galería Isabel Aninat. "La
edición coincidió con la Bienal de Venecia, así que muchos curadores y
coleccionistas aprovechan de pasar directo a Pinta", agrega.
En la cita participan más de 50 galerías del mundo (con énfasis en la
región), con obras que van entre $ 7 millones y $ 38 millones.
El objetivo es claro: posicionar el arte latinoamericano en el
mercado. La principal estrategia es el inédito programa de adquisiciones
impulsado por Pinta, que consiste en subsidiar a museos y galerías con
la mitad del dinero para comprar una obra de arte latinoamericano para
sus colecciones. Hasta ahora, las beneficiadas han sido el MoMa de Nueva
York, el Museo Reina Sofía, la Tate Modern de Londres y el Centro
Georges Pompidou de París, que este año vuelven . "Ya hemos invertido un
cuarto de millón de dólares en este programa y es que hay un interés
real por el arte de estos lados. Hay artistas que hace 25 años no eran
tan apreciados y hoy se revalorizan, es el caso de la cubana Carmen
Herrera o la chilena Matilde Pérez, a quien esperamos tener en
noviembre, cuando se haga Pinta Nueva York", señala Diego Costa Peuser,
uno de los directores.
El envío nacional se concentra en los artistas Pedro Tyler, Manuela
Viera Gallo, el colectivo Aninat &Swinburn y Lotty Rosenfeld,
representados por la galería Isabel Aninat. También están Joaquín
Cociña, Paz Errázuriz y Alvaro Oyarzún, llevados por Afa. Mientras, la
obra de Iván Navarro es exhibida por la galería Baró de Brasil. "Las
galerías no deberían preocuparse sólo de vender. A Chile le falta
trabajar más la internacionalización de sus artistas, invertir y apostar
por ellos", dice Peuser.
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