Aunque resulte chocante, dentro de un edificio tan sobrio como la antigua sede del Banco Central se puede ver un grafiti en el suelo o una fuente con forma de mano erigida sobre la 'm' de McDonalds, que sangra, además, por una pequeña herida.
Son sólo unas pinceladas de 'Gráfika. 30 artistas de la España joven', la nueva exposición que alberga el Instituto Cervantes. Se han reunido casi 100 obras de arte urbano, "un arte que era marginal y por fin está aceptado", afirma Carmen Caffarel, directora del centro.
Además, con motivo de esta muestra se ofrecerán actividades durante los 'jueves urbanos' de otoño.
Lo más innovador es presentar estas obras a través de un canal que no las había albergado antes: una galería.
Es el contraste de ver mensajes pintados con spray o grafitis de autores que han tenido problemas con la policía en una fundación como el Instituto Cervantes.
Ironizando este aspecto, se puede ver el dibujo de una cara cuyos ojos (en pantallas de televisión) "se mueven hacia todas partes preguntándose '¿Pero qué hago yo aquí?'", describe Mario Martín. Leer +
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