El gran violinista PAGANINI, apareció un día ante su auditorio, y al terminar el público de aplaudirle, se dio cuenta de que le había sucedido algo a su violín. Lo miró por unos momentos y vio que aquél no era su afamado y valioso violín.
Por unos segundos se sintió paralizado, pero inmediatamente volvió y dijo su audiencia “que había sucedido un equívoco y que no tenía su propio violín”. Retrocedió hasta detrás de la cortina, pensando que aún estaría su violín donde lo había dejado, y descubrió que alguien se lo había robado y había dejado aquel viejo en su lugar. Permaneció por un momento detrás de la cortina y después salió delante del auditorio y dijo:
“Señoras y Caballeros: Quiero probarles que la música no está en el instrumento, sino en el Alma”. Y tocó como jamás había tocado antes. Y de aquel instrumento de segunda mano, fluyó tal música hasta que la audiencia empezó a aplaudir con tal entusiasmo, que no era posible describir, sólo porque el hombre les había revelado que la música no estaba en el violín, sino en su propia alma.
CONCLUSIÓN:
La misión de todo artista, es revelar que la música y la pintura no consisten en condiciones, ni en cosas, ni razas, ni apariencias sino la música y los colores de la vida están en tu propia alma.
Vive feliz, armónicamente al ritmo y a la luz de tu corazón.
Jose TRAUB Bauer
Paganini's cherished instruments, it is one of only 50 surviving violins by master craftsman Carlo Bergonzi of Cremona.
ResponderEliminarAs a Carlo Bergonzi it is already rare. Add the Paganini factor and it becomes exotic...
Totalmente de acuerdo, señor Traub, el artista es artista, aún cuando le corten los brazos,quede sordo, se vuelva loco, sólo la muerte lo vence
ResponderEliminarInteresting enough. Any Violin played by the master, transforms in to a demonic power of sounds. A unique blast of emotions, rich harmonies and a unique form of technique. Probably the devil left him his own violin under the curtains ;).
ResponderEliminarfyrexia