En honor al maestro Andy Warhol comenzaremos hablando de uno de sus temas favoritos: Marilyn Monroe. Una chica proletaria que llegó al cine y probó lo mejor y lo peor de la farándula; símbolo sexual, Cenicienta de carne y hueso cuya tragedia personal pasó al dominio público. Marilyn es una diosa que encarna la fuerza divina que mueve a Norteamérica: el dinero. Ante ella Warhol, observador agudo, no podía pasar por alto una realidad incuestionable: no era el arte de los museos la experiencia sensorial última. Era Hollywood la incuestionable fábrica de sueños para las masas.
Después de la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos no sólo se afianzaba como potencia hegemónica a nivel geopolítico, también ofrecía un nuevo orden simbólico: el del consumo como fin último. Cuando Monroe se suicidó en 1962 la ilusión se resquebrajó por un instante para revelar a la persona rota detrás del icono. Sí: el sueño americano ocultaba pesadillas muy reales. En las semanas posteriores a la muerte de la diva, Warhol hizo un retrato suyo con serigrafía y pintura, reproduciendo el rostro de la actriz en colores chillantes y gradaciones imperfectas de blanco y negro. Es una imagen ambigua que se vale del impacto propio de un diseño publicitario para entregar un mensaje perturbador: hay algo de homenaje y de réquiem en el rostro de Marilyn. Un amplio panel de críticos y galeristas ubicó ese cuadro como la tercera obra más importante del arte del siglo XX, sólo debajo de Picasso y Duchamp.
Con la cultura popular como bandera Warhol logró hacer arte de primer nivel, con un estilo propio y un sentido que parte de lo banal para desplazarse a lecturas más profundas que llevan al espectador a los inquietantes terrenos del engaño mediático, las fantasías colectivas y en última instancia, la fragilidad humana.
Andy Warhol nacidó el 6 de agosto de 1928, hijo de humildes inmigrantes eslovacos asentados en Pittsburg, Andrew Warhola pasó una infancia marcada por la enfermedad, experiencia que lo volvió hipocondríaco de por vida. Largas temporadas de convalecencia lo hicieron ser rechazado socialmente en la escuela. El tiempo que permaneció encerrado lo llenó coleccionando estampas de estrellas de cine, escuchando la radio y dibujando. Andy consideraba esta etapa como clave en la formación de las aficiones y habilidades que más tarde le darían un estatus privilegiado en el mundo del arte. Siempre estuvo protegido por su madre en tanto que su padre fue hostil, adicto al trabajo y murió cuando el futuro pintor tenía 13 años. Los golpes y azares de esa primera fase moldearon un carácter único, melancólico, disciplinado, creativo.
Su precoz talento le permitió estudiar en la Universidad Carnegie Mellon y en 1949 se mudó a Nueva York para comenzar una carrera de artista comercial. Sus primeros trabajos como dibujante fueron sumamente exitosos. La técnica a tinta china que desarrolló le permitió dar a sus trazos un sello expresivo y juguetón. Sus ilustraciones para discos de jazz y catálogos de ropa, vistos a la distancia del tiempo, logran captar el espíritu de los años cincuenta. “Si me decían que dibujara un zapato lo hacía, hacía todo lo que me dijeran, me pagaban por ello”, declaró en una de sus muchas entrevistas.
Ese espíritu pragmático de total adhesión a las reglas del mercado lo llevó muy lejos a temprana edad. La moda y el comercio eran parte esencial de su vida y en ese sentido el arte pop se le dio natural. Cabe aclarar que Warhol no es el padre del dicho movimiento, éste nació en Inglaterra de la mano de creadores como Eduardo Paolozzi y Richard Hamilton. En la esencia del arte pop subyace una postura irónica con respecto al Arte con mayúscula y resalta los aspectos kitsch de la cultura popular, abrazando entre otras cosas los medios técnicos y masivos de reproducción como técnicas artísticas. Para 1962, cuando Andy Warhol hizo su transición de artista comercial hacia las galerías, existía toda una generación de exponentes pop en la escena americana con Jasper Johns, Robert Rauschenberg y Roy Lichtenstein ¿Qué hace único a Andy en medio de todos ellos? Una decisión radical: tomar el pop no como estilo artístico sino como estilo de vida. El pop no lo hace Andy, él ES el pop.
Everybody Art Poster Print by Andy Warhol, 11x14Prints & Posters)
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a ANDY, mientras le gosto la marilyn, estuvo bien , pero se cayo con el urinario, ahí dejo de ser artista.Carlos del Bocca (me extrañaron?)
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