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El arte de hacer quite a lo obvio


En el medio artístico se le considera como el Andy Warhol chileno. El artista visual contemporáneo de Valparaíso Edgar del Canto goza de fama no solo en Chile y Europa cada día se mueve por rincones y calles de este puerto que ha servido de inpiración para muchos artistas chilenos y premios noveles.


Si bien el puerto lo provoca - para bien o para mal - en su obra poco se encuentra del paisaje local. Lo suyo es mas contemporáneo e independiente."Como en Valparaíso no existen mecenas, uno hace lo que quiere. El artista porteño tiene la libertad que no existe en Santiago, donde hay que transar para poder participar en una galería" comenta Edgar del Canto.


Seguir la huella de este artista nos lleva a la exposición "Puerto Ilusion" que se esta realizando hasta febrero del 2012 en el Hotel Sheraton Miramar de la ciudad de Viña del Mar, en donde actualmente se exhibe su técnica interna y provocativa. "Soy porteño de nacimiento para bien y para mal como digo yo, porque tengo amores encontrados. Eso se nota en mi obra, que es fruto de todas esas contradicciones y carencias que significa ser pintor acá". 


Los pasillos del Sheraton Miramar han servido para su muestra "Seductora Maleante" compuesta por óleos sobre telas donde se pueden reconocer figuras humanas deformadas, eróticas y sensuales. Otras inspiradas en lo clásico, como el "Cristo crucificado" de Rubens.


"Seductora maleante", surgió de pronto, porque de verdad, mucha gente que ha visto la obra de Edgar del Canto la considera seductora. Por los colores y la factura.  Y maleante ya que se asocia con el popart latinoamericano. Dejando a la vista el proceso de factura al desnudo.




Seductora Maleante por Edgar del Canto

Edgar del Canto
La obra es una “Seductora Maleante“, de un verbo visual accidentado, producto de una contradictoria existencia donde el pliegue y la fragmentación se presentan como metáfora existencial, instaurando así, paradojas visuales. 


Esta contradictoria existencia se imita a sí misma, es como una imagen repetida ante un espejo roto, tal vez, sea un eco psíquico de un recuerdo difuso, un grito desesperado por alcanzar las sensaciones que la realidad suscita en mi. 


No pretende nada, no alcanza nada, es solo una gran bitácora visual que deseo compartir. 


Valparaíso 2011







   

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