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Viñetas en el frente

La exposición Viñetas en el frente, coproducida por el Museu Picasso de Barcelona y el Museo Picasso Málaga, se centra en mostrar los resultados de un análisis iconográfico comparativo de Sueño y mentira de Franco, dos grabados pertenecientes a la Colección MPM realizados por Picasso en 1937.

Cada uno de los dos grabados Sueño y mentira de Franco está dividido en 9 viñetas que muestran el compromiso ético y artístico asumido por Pablo Picasso frente a las circunstancias históricas por las que atravesó España en 1937. Tanto el tema como las formas son asuntos coetáneos del mural Guernica, que ese mismo año pintó para el pabellón de la República en la Exposición Internacional de París.

Viñetas en el frente reúne una selección de trabajos de Picasso junto al de otros artistas e ilustradores, exhibiéndose obras de la misma época de John Heartfield, George Grosz, Josep Renau, Toño Salazar o Mauricio Amster, así como grabados de  Francisco de Goya. Las cerca de 110 obras y documentos reflejan la preocupación y compromiso de estos creadores frente a la violencia que generan los conflictos bélicos.

En enero de 1937, Pablo Picasso empezó a trabajar en Sueño y mentira de Franco, dos planchas con ilustraciones contra el levantamiento militar de julio de 1936 destinadas a obtener fondos para la causa republicana con la venta de las impresiones en el pabellón de la República en la Exposición Internacional de París. Cada plancha contenía 9 viñetas, dispuestas en un formato que recuerda a las aleluyas y a las tiras cómicas, en las que Pablo Picasso caricaturizaba aspectos como la violencia, la destrucción del arte, las consecuencias del totalitarismo, el enfrentamiento y el drama de los inocentes, con un lenguaje en el que lo vanguardista y lo popular se mezclan al servicio de la denuncia de la barbarie de la guerra.

Las planchas fueron finalizadas en junio de ese mismo año. Entre las primeras viñetas y las últimas, la sátira y la parodia giran hacia la representación de la crudeza del drama de la guerra, viñetas en las que el espectador reconoce la iconografía de una de las grandes obras maestras de Picasso, Guernica, que el artista había comenzado ese mismo mes de mayo para exponerla en el pabellón de la República en la 

Exposición Internacional de París.
Sueño y mentira de Franco es el punto de partida de Viñetas en el frente, que muestra asimismo las planchas originales que sirvieron luego para imprimir los grabados. Alrededor de esta pieza central, la exposición reúne cerca de 110 obras y documentos tanto de Pablo Picasso como de otros artistas con los que el andaluz comparte, ante la tragedia del conflicto bélico, recursos gráficos y visuales en la búsqueda del impacto emocional. Entre éstos, los grabados de Los desastres de la guerra de Goya –que el Gobierno de la República reeditó en 1937—, los dibujos del salvadoreño Toño Salazar, los fotomontajes de John Heartfield, las composiciones gráficas de Josep Renau y Mauricio Amster, las caricaturas de Luis Bagaria y George Grosz.

El ejemplar de Sueño y mentira de Franco expuesto forma parte de la Colección del Museo Picasso Málaga, que lo adquirió en enero del año 2010. El origen del resto de las obras es diverso, pues provienen de colecciones públicas y privadas tanto nacionales como internacionales. Entre las primeras, cabe destacar el Museu Picasso de Barcelona, el Institut Valencià d’Art Modern, el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, el Museo Nacional d’Art de Catalunya, el Museum Ludwing de Colonia o el Museo de Arte de El Salvador.

La exposición ha sido comisariada por Inocente Soto Calzado, profesor de dibujo; Salvador Haro González, profesor de Bellas Artes de la Universidad de Málaga; y Claustre Rafart i Planas, comisaria en el Museu Picasso, Barcelona.

Con motivo de la exposición, se ha editado una publicación en castellano, inglés y catalán en la que han colaborado con ensayos Miriam Margarita Basilio, Salvador Haro, Carlos Pérez, Claustre Rafart e Inocente Soto.

Verdadero o Falso

Parece auténtico y lleva la firma de Claude Monet abajo, a la derecha, pero nunca lo ha podido poner en subasta porque oficialmente es falso. Joel está convencido de lo contrario.

A sus 82 años, recuerda perfectamente el día en que vio la pintura por primera vez y quedó enamorado. En principio, estaba fuera de su presupuesto.


"Lo vi en una sala en la ciudad de Norwich. No podía permitírmelo porque se suponía que costaba US$800.000. Me encantó, pero no había nada que hacer", comenta.

"Dos años después oí que había una posibilidad de que lo comprara. Pagué US$65.000".

Un Monet perdido


Joel cree que se trata de un Monet perdido. Muestra una escena que se identifica con el artista, a orillas del Sena, a las afueras de París. Un elemento en la pintura sugiere que data de 1875.

Sin embargo, sus numerosos intentos por acreditarlo han fracasado.

"Llevo 18 años intentando que los Wildenstein lo acepten en su catálogo. Es un largo camino, pero al final lo voy a conseguir"
David Joel, dueño del Monet no reconocido


La última palabra sobre si se considera genuino corresponde a un grupo de familias multimillonarias de coleccionistas de arte, tratantes y académicos, los Wildensteins.


Desde principios del siglo XX, los Wildensteins han sido considerados una de las principales autoridades mundiales en pintura, especialmente en impresionismo.


Sin su visto bueno, resulta inútil que algún científico dijera que es verdadero.

Ellos resuelven todos los debates sobre la pintura de Monet. Su decisión es definitiva y no hay derecho a apelar.


Joel ha intercambiado decenas de cartas con ellos, pero sin éxito.


"Llevo 18 años intentando que los Wildenstein lo acepten en su catálogo. Es un largo camino, pero al final lo voy a conseguir".


El marchante de arte Philip Mould dijo que la pintura, de ser autentificada, podría valer mucho más que los US$65.000 que pagó.


"Si fuera incluida en el libro, sería una pintura muy diferente. La gente la vería de otra manera y la valorarían de otra forma. Bien podría estar por encima del millón y medio de dólares".

Cómo saber si es falso

  • Iluminando la pintura con una luz halógena y ver las pinceladas, la verdadera firma del artista.
  • Datar la madera utilizada en el marco a través de la dendrocronología, el estudio de los anillos de los troncos.
  • El olor: las pinturas al óleo huelen durante años. Una antigua no debe desprender ese aroma característico.

    

   

Arte con palillos de dientes

Stan Munro ha pasado los últimos seis años de su vida construyendo una pequeña ciudad de palillos con los edificios y monumentos más emblemáticos del mundo. Las reproducciones están realizadas a una escala 1:65 y hasta la fecha ha utilizado 6 millones de palillos de dientes y 644 litros de pegamento.
Stan trabaja en el Museo de Ciencia y Tecnología en Syracuse (Nueva York) y al parecer dispone de mucho tiempo libre.
Esto lleva la expresión “lo que hace el aburrimiento” a una nueva dimensión. 
Gentileza de Georgina Córdova


Feria Iberoamericana de Arte

La idea fue de la dirección de cultura de la Alcaldía de Sucre, que se las ingenió para que la Feria Iberoamericana de Arte (FIA) saliera del centro de exposiciones y se apoderara de las calles.

¿De qué manera? Pues le encargó a nueve artistas plásticos venezolanos -todos presentes en el gran recinto ferial, dicho sea de paso- que intervinieran los sombreros que suelen llevar los mimos de la Alcaldía de Sucre a la hora de educar a los ciudadanos en torno a las buenas normas de tránsito y convivencia en calles y semáforos en el municipio.

Así, Isabel Cisneros le bordó botones de flores al sombrero de una mimo de rostro blanco. Raymond Romero le sembró una pelusa de colores, tal como suele hacer con sus obras tridimensionales. Y Eduardo Molina, no podía ser de otra manera, dibujó sus coloridos arkanos sobre la superficie del sombrero.

Pero también se prestaron a ladivertida tarea de llevar un poco de arte a las calles los artistas plásticos Ramsés Larrazábal, Consuelo Ginnari, Muu Blanco, Luis Salazar, Eduardo Molina y Rafael Rosas, entre otros. Una iniciativa que, obviamente, terminó por capturar la atención de los viandantes de Sucre.

El Museo del Barrio en Nueva York

La sexta bienal de El Museo del Barrio en Nueva York comenzó esta semana con la exhibición de obras de 75 artistas latinoamericanos y de origen hispano.

La muestra "refleja un poco la situación económica que nos toca vivir.Los artistas ya no tienen recursos para trabajar con nuevos medios, o fotografía, que puede ser costoso", dijo la curadora Trinidad Fombella. "La ciudad se convierte en un catálogo de materiales, no sólo de ideas".

La muestra "The (S) Files" ("Los archivos seleccionados") de El Museo del Barrio, considerado la principal institución cultural de arte hispano en la ciudad, recoge los trabajos que recibe el museo de todo tipo de artistas que no han trabajado previamente con él.

La bienal de este año se centra en el arte callejero por medio de pinturas, esculturas, videos, instalaciones y performances realizados con materiales reciclados de la calle, bolsas de plástico y grafitti, entre otros elementos.

La exposición empezó el martes y se mostrará en el museo, ubicado en la Quinta Avenida, al tiempo que estará repartida en seis galerías más de condados del Bronx, Manhattan, Queens y Brooklyn.
Todos los artistas participantes viven en Nueva York y la mayoría empezó trabajando con grafitti en las calles y las paradas del tren subterráneo (el metro) , explicó Fombella, que es argentina.

Hoy en día se inspiran en su propio entorno y lo usan para su arte.Entre los 75 artistas, está el cubano Geandy Pavón, que realizó la serie "retratos estrujados", con las imágenes de los ex presidentes de estadounidenses George W. Bush, Ronald Reagan, John F. Kennedy y del actual presidente Barack Obama sobre papeles que parecen haber sido recogidos de la calle.

También destaca el salvadoreño Irvin Morazán, de 34 años, cuyo video se exhibirá en el museo y mientras que realizará dos presentaciones en Queens y Manhattan. El artista dijo que haber sido seleccionado para la bienal es una gran oportunidad para mostrar su arte inspirado en los indígenas de Centroamérica. Morazán se caracteriza por hacer tocados modernos, de neón, y otros materiales. "Lo indígena es mi pasado cultural. 

Pero yo ya llevo casi 20 años en Nueva York, así que hago cultura contemporánea" , dijo Morazán.
"Construyo rituales modernos y antiguos. Mitos de antes con lo que está pasando ahora" .Los trabajos del peruano Alberto Borea y Janelle Iglesias, de origen dominicano, también se mostrarán en la bienal.
El museo expondrá las obras de 45 artistas y varias galerías más mostrarán exposiciones satélite: la BRIC Rotunda Gallery, en Brooklyn; la Lehman College Art Gallery, en El Bronx; la Chashama at the Donnell, en Manhattan; la Northern Manhattan Arts Alliance; el Socrates Sculpture Park, en Queens, y la Times Square Alliance, en Manhattan.

"Hemos duplicado los artistas en comparación con previas bienales. Nunca hemos tenido tantos artistas, en tantos espacios" , dijo Fombella. "Queríamos mostrar lo que producen los artistas jóvenes y que son protagonistas del arte contemporáneo hoy. El entusiasmo y la energía que han presentado creo que se pueden ver a lo largo de esta exposición" .La bienal durará hasta el 8 de enero del 2012.

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