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El arte mexicano durante los 90


En la nueva exposición del Museo Universitario Arte Contemporáneo, titulada Antes de la resaca: una fracción de los noventa en la colección del MUAC, se presenta una serie de obras perteneciente a “uno de los periodos más ricos del arte contemporáneo”.


Así lo considera Sol Henaro, la curadora de esta muestra que se inaugurará el próximo miércoles 30 de junio.


“Antes de la resaca -explica la curadora- es una visión acotada sobre el arte contemporáneo de los años 90, aunque esta década es una manera de ubicar de manera rápida un margen de tiempo, pues no creemos en las cronologías por decenios, además, en realidad la exposición evoca un periodo aproximado de 15 años, que va más o menos desde la crisis electoral de 1988 hasta el 2005, el año en el que México fue el país invitado de la Feria Internacional de Arte Contemporáneo de Madrid, España”.


Como era imposible presentar en esta muestra una versión totalizadora o absoluta de lo que representa este periodo para el arte contemporáneo mexicano, Antes de la reseca presenta una selección basada en la colección del MUAC, de la colección asociada Charpenel-Guadalajara y de cuatro préstamos; la exposición se centra en tres ejercicios colaborativos “sumamente significativos de los 90”: La Quiñonera, Temístocles 44 y La Panadería. Figuran obras de 25 artistas, entre los que se encuentran Francis Alÿs, Gabriel Orozco, Damián Ortega y Melanie Smith.


Pero Antes de la reseca no sólo permite adentrarse en la producción artística y cultural de los años 90, también evoca la situación social, política y económica de ese periodo.


“Cada periodo artístico-cultural -dice Henaro- refleja mucho de lo que acontece no sólo en ese ámbito sino también en lo social, político y económico. En los 90, por ejemplo, surgió el Tratado del Libre Comercio de América del Norte, que modificó muchas estrategias de circulación económica, las cuales, evidentemente, también trastocaron la producción cultural y artística”.


A la par de políticas culturales


La aparición del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) y posteriormente del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (Fonca), el levantamiento zapatista en 1994, el gobierno de Carlos Salinas y Gortari (1988-1994), entre otros acontecimientos son evocados a lo largo de esta exposición, así como dentro del ciclo “Diálogos colectivos en torno a los 90” que se presenta de manera paralela.


Las mesas son: “Del liberalismo al neoliberalismo. Tránsitos peliagudos en el escenario artístico, político y social de México”, que se impartirá el 24 de agosto; “Espacios de activación social. Reven, antros, música, revistas y lecturas heterogéneas” (21 de septiembre); “Otros detonadores. Entre galerías y proyectos institucionales” (26 de octubre), y “¡El museo no es el único sitio! Surgimiento de algunos espacios y proyectos independientes” (30 de noviembre). Se impartirán en el Espacio Experimental de Construcción de Sentido del MUAC, de 18 a 20 horas.


Además, después de la inauguración de Antes de la resaca: una fracción de los noventa en la colección del MUAC, que se realizará el próximo miércoles 30 de junio a las 18:30 horas, se presentará una intervención por parte de Sonido Apokalitzin, de Jorge Borja Basante, de 19:30 a 21:30 horas en el auditorio del MUAC, y que es esta muestra también intenta evocar la música que caracteriza a ese periodo, en el que destaca la producción de rock.


   

Andy Warhol una mente creativa


En honor al maestro Andy Warhol comenzaremos hablando de uno de sus temas favoritos: Marilyn Monroe. Una chica proletaria que llegó al cine y probó lo mejor y lo peor de la farándula; símbolo sexual, Cenicienta de carne y hueso cuya tragedia personal pasó al dominio público. Marilyn es una diosa que encarna la fuerza divina que mueve a Norteamérica: el dinero. Ante ella Warhol, observador agudo, no podía pasar por alto una realidad incuestionable: no era el arte de los museos la experiencia sensorial última. Era Hollywood la incuestionable fábrica de sueños para las masas. 


Después de la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos no sólo se afianzaba como potencia hegemónica a nivel geopolítico, también ofrecía un nuevo orden simbólico: el del consumo como fin último. Cuando Monroe se suicidó en 1962 la ilusión se resquebrajó por un instante para revelar a la persona rota detrás del icono. Sí: el sueño americano ocultaba pesadillas muy reales. En las semanas posteriores a la muerte de la diva, Warhol hizo un retrato suyo con serigrafía y pintura, reproduciendo el rostro de la actriz en colores chillantes y gradaciones imperfectas de blanco y negro. Es una imagen ambigua que se vale del impacto propio de un diseño publicitario para entregar un mensaje perturbador: hay algo de homenaje y de réquiem en el rostro de Marilyn. Un amplio panel de críticos y galeristas ubicó ese cuadro como la tercera obra más importante del arte del siglo XX, sólo debajo de Picasso y Duchamp. 


Con la cultura popular como bandera Warhol logró hacer arte de primer nivel, con un estilo propio y un sentido que parte de lo banal para desplazarse a lecturas más profundas que llevan al espectador a los inquietantes terrenos del engaño mediático, las fantasías colectivas y en última instancia, la fragilidad humana.


Andy Warhol nacidó el 6 de agosto de 1928, hijo de humildes inmigrantes eslovacos asentados en Pittsburg, Andrew Warhola pasó una infancia marcada por la enfermedad, experiencia que lo volvió hipocondríaco de por vida. Largas temporadas de convalecencia lo hicieron ser rechazado socialmente en la escuela. El tiempo que permaneció encerrado lo llenó coleccionando estampas de estrellas de cine, escuchando la radio y dibujando. Andy consideraba esta etapa como clave en la formación de las aficiones y habilidades que más tarde le darían un estatus privilegiado en el mundo del arte. Siempre estuvo protegido por su madre en tanto que su padre fue hostil, adicto al trabajo y murió cuando el futuro pintor tenía 13 años. Los golpes y azares de esa primera fase moldearon un carácter único, melancólico, disciplinado, creativo.



Su precoz talento le permitió estudiar en la Universidad Carnegie Mellon y en 1949 se mudó a Nueva York para comenzar una carrera de artista comercial. Sus primeros trabajos como dibujante fueron sumamente exitosos. La técnica a tinta china que desarrolló le permitió dar a sus trazos un sello expresivo y juguetón. Sus ilustraciones para discos de jazz y catálogos de ropa, vistos a la distancia del tiempo, logran captar el espíritu de los años cincuenta. “Si me decían que dibujara un zapato lo hacía, hacía todo lo que me dijeran, me pagaban por ello”, declaró en una de sus muchas entrevistas.


Ese espíritu pragmático de total adhesión a las reglas del mercado lo llevó muy lejos a temprana edad. La moda y el comercio eran parte esencial de su vida y en ese sentido el arte pop se le dio natural. Cabe aclarar que Warhol no es el padre del dicho movimiento, éste nació en Inglaterra de la mano de creadores como Eduardo Paolozzi y Richard Hamilton. En la esencia del arte pop subyace una postura irónica con respecto al Arte con mayúscula y resalta los aspectos kitsch de la cultura popular, abrazando entre otras cosas los medios técnicos y masivos de reproducción como técnicas artísticas. Para 1962, cuando Andy Warhol hizo su transición de artista comercial hacia las galerías, existía toda una generación de exponentes pop en la escena americana con Jasper Johns, Robert Rauschenberg y Roy Lichtenstein ¿Qué hace único a Andy en medio de todos ellos? Una decisión radical: tomar el pop no como estilo artístico sino como estilo de vida. El pop no lo hace Andy, él ES el pop.


Everybody Art Poster Print by Andy Warhol, 11x14Prints & Posters)


   

El mercado del arte sigue pujante


El mercado del arte sigue pujante como quedó patente esta semana en Londres con una serie de récords de artistas y la fuerte demanda de la obra de picassos en las dos principales casas de subastas: Christie's y Sotheby's.
El precio más alto alcanzado correspondió al cuadro de Egon Schiele titulado "Häuser mit bunter Wäsche (Vorstadt II)" (Casas con ropa de colores tendida: Suburbio II", paisaje urbano de Cesky Krumlov, hoy en la República Checa), que se vendió en Sotheby's por 27,6 millones de euros (unos 39,2 millones de dólares) y dobló el récord anterior del artista austríaco.
Otros récords fueron para "Au-Dessus de la Ville", de Marc Chagall, que cambió de manos por 2,05 millones de euros (unos 2,8 millones de dólares), más del doble del precio estimado, y marcó un récord para una obra del artista ruso sobre papel.
"La Dormeuse" (1930), de la artista polaca del período art deco Tamara de Lempicka, se vendió por 4,56 millones de euros y, según la casa de subastas, estableció también un récord para esa artista en dólares (6,6 millones de dólares).
El cuadro de Joan Miró "Femme à la voix de rossignol dans la nuit" superó los 5,3 millones de euros (unos 7,5 millones de dólares).
Sotheby's también halló comprador para "Couple, le baiser" (1969), un cuadro de Picasso que cambió de dueño por 7,3 millones de euros (unos 10,3 millones de dólares).
El total vendido en la subasta de arte impresionista y moderno de Sotheby's fue de 125.012.186 euros (unos 177.624.947 dólares), muy dentro de las estimaciones previas de los expertos de esa firma.
A su vez, Christie's vendió obras del mismo período por un total de 158 millones de euros (unos 224 millones dólares) en una subasta dominada por Pablo Picasso con retrato de tres de sus amantes, que alcanzaron los precios más altos de la puja.
La mayor cifra se pagó por "Femme assise, robe blue", un retrato de Dora Maar pintado en 1939, que se vendió por 20,26 millones de euros (unos 28,78 millones de dólares), más del doble del precio máximo estimado.

China principal vendedor de arte


China se ha encaramado al primer lugar de las ventas en subastas de arte y objetos de colección, después de crecer en un año un 137%, desbancando a Estados Unidos.


Según un estudio solicitado por el Consejo de Ventas Voluntarias (CVV) en Francia, el producto de las ventas públicas de arte y objetos de colección en China (Hong Kong incluido) creció en 2010 un 137%, a 7.600 millones de euros, (10.834 millones de dólares) frente a los 3.210 millones (4.561 millones de dólares) un año antes.


El trozo del pastel de este mercado que corresponde a China es actualmente del 34,3% frente al 24,2% en 2009, señala un estudio divulgado por CVV, autoridad pública de regulación de las subastas en Francia.


La ascensión china en el mercado del arte es progresiva desde hace años, comenta a la AFP Pierre Capelle, del gabinete privado Noeo Conseil, que ha realizado el estudio.


"China le arrebató el tercer lugar a Francia en 2004", según Capelle. En 2009, subió a la segunda posición por delante de Gran Bretaña y en 2010 sacó a Estados Unidos de la primera.


El estudio cubre el segmento "arte y objetos de colección", más amplio que "Fine art" (pinturas, esculturas, dibujos, láminas y fotografías) generalmente estudiado.


La empresa francesa Artprice, especialista en informaciones sobre el mercado del arte, estableció a finales de marzo que China se había convertido en el número uno mundial de las subastas en la categoría "Fine art", con un producto de ventas de 3.100 millones de dólares.


El gabinete Noeo Conseil le ha agregado "objetos de colección" (antigüedades, joyería, orfebrería, vino, etc).


Según su estudio, publicado con datos en euros, Estados Unidos aparece en segunda posición, con ventas de 5.980 millones de euros (unos 8.525 millones de dólares) en 2010, lo que representa una subida del 62% y una parte del mercado de 27%.


Gran Bretaña está en tercera posición con ventas de 3.290 millones de euros (+70%) y una parte del mercado de 14,9%.


Francia ocupa la cuarta posición con ventas de 1.400 millones de euros, en baja del 8% con respecto a 2009, año en que totalizó 1.520 millones de euros gracias sobre todo a la excepcional venta de la colección de Yves Saint Laurent y de Pierre Bergé.


En total, el mercado mundial de las subastas y objetos de colección muestra un enorme dinamismo con un rebote del 66% de las ventas en 2010, a 22.150 millones de euros (cerca de 31.600 millones de dólares) frente a los 13.300 millones de 2009, según Neo que ha censado 3.000 empresas de subastas.


La demanda china contribuye al vigor que han recuperado las plazas europeas y estadounidenses, pues los coleccionistas de este país están interesados en piezas antiguas chinas incluso cuando son presentadas por pequeñas casas de subastas.


En noviembre 2010, un jarrón chino de la época del emperador Qianlong (1735-1796) fue adjudicado por la enorme suma de 69,2 millones de dólares (50,7 millones de euros) en una subasta en Londres por la casa Bainbridges. Pero ésta está teniendo problemas para recibir el dinero del comprador chino.


El número de coleccionistas se ha multiplicado en China. Según el World Wealth Report 2010, el número de millonarios chinos ha subido un 31% el pasado año, a 477.000. Según un estudio de China Minsheng Bank, los chinos se gastan al menos 80.000 millones de yuanes (8.9 millones de euros) al año en obras de arte.


   

Benito Rebolledo merece Justicia


Benito Rebolledo, artista discipulo de Pedro Lira, se caracterizo por pintar al aire libre, pero por la luminosidad de sus paisajes y desnudos frente al mar, no lo incluría en la generación del 13,  su pintura se considera muy cercana al pintor español Sorolla. 


Proveniente de familia campesina y de escasos recursos, desde pequeño sintió inclinación por el dibujo y la pintura. Al llegar a Santiago debió trabajar duro y vivir con obreros hasta que logró ingresar a la Escuela de Bellas Artes, donde fue alumno de Pedro Lira y Juan Francisco González. De acuerdo a su fecha de nacimiento pudo haber pertenecido a la Generación del 13, pero su realismo de cromatismo vigoroso y luminoso lo situaron en el Grupo Naturalista. Aquí, junto a otros artistas como Ricardo Richon Brunet, Pedro Reszka, Arturo Pacheco Altamirano, Pedro Subercaseaux, Luis Strozzi y José Caracci, siguieron una orientación académica, con persistencia del naturalismo, pero rompiendo los esquemas pictóricos del siglo anterior.



Las primeras obras de Benito Rebolledo se inspiraron en temas sociales, muy de acuerdo a su experiencia de vida entre obreros. Esas primeras telas no tuvieron ningún éxito, sin embargo, fueron sus paisajes, desnudos frente al mar, pinturas de animales y escenas bíblicas y sus últimos retratos, por los que se conoció y valoró al artista.



Su estilo se ha definido como "realismo luminoso", donde acepta del Impresionismo algunos de sus elementos esenciales como la luz, los colores claros y los temas sencillos. Su obra se ha vinculado muy estrechamente al estilo del maestro valenciano Joaquín Sorolla, quien había popularizado en España una modalidad del Impresionismo galo: la captación de las figuras humanas al aire libre, a pleno sol, que aclara los colores y acentúa las luces.


Las tonalidades intensas, casi crudas, de los días veraniegos en la playa, fueron las predilectas del pintor, que también mostraba los efectos del sol reverberando sobre los cuerpos mojados ("Mujer en la playa"). Azules ultramar, blancos, lilas, rosas, morados y púrpuras habitan los cuadros de Rebolledo ("La brisa del mar"). No funde las formas, al contrario, las subraya y exalta, utilizando para ello anchas pinceladas, amplio dibujo, formas a veces monumentales, composición sencilla en pirámide. 



También la infancia y la maternidad son temas que atrajeron los pinceles del artista ("Maternidad", "Cabeza de niña"), donde utilizó una paleta con predominio de los tonos rosas en los rostros y cuerpos.


Benito Rebolledo fue una destacada figura dentro del ambiente de las artes en Chile.


Entre los premios que obtuvo destacan: Medalla de Honor, Salón Oficial (1902); Tercera Medalla Salón Oficial (1904); Segunda Medalla, Salón Oficial (1907); Premio de Género, Certamen Arturo M. Edwards, Salón Oficial (1907); Primera Medalla, Salón Oficial (1908); Tercera Medalla, Exposición Internacional de Buenos Aires, Argentina (1910); Primera Medalla, Exposición Internacional del Centenario, Santiago (1910); Premio de Honor, Salón Oficial (1926); Premio de Honor Certamen Arturo M. Edwards, Salón Oficial (1926); Premio Certamen Enrique Matte Blanco, Salón Oficial (1926); Premio Nacional de Arte (29 de octubre de 1959).


   



THIS IS JAPAN!

"This is Japan!" intenta poner de relieve la idea de que a pesar de que el arte japonés del siglo XX se ha debatido entre la influencia del arte occidental y una búsqueda de una identidad propia, con el tiempo estos puntos contradictorios se han ido fundiendo.

La exposición cuenta con 120 piezas entre pinturas, murales, esculturas, camisetas o diseños gráficos de catorce artistas nipones, siete residentes en Japón y los otros siete en España.

La muestra se divide en dos partes diferenciadas, la primera de ellas es la de los artistas residentes en Japón, cuya comisaria, Antonella Montinaro, ha explicado que lo que ha intentado seleccionar las últimas tendencias del arte contemporáneo japonés con artistas que son referente del arte en Japón como es el caso de Yoshitomo Nara y pupilos del consagrado Takashi Murakami.

"Lo que he querido trasmitir a través de estos artistas es el reflejo psicológico de la sociedad japonesa intentando abarcar esas temáticas que se perciben en occidente", ha apuntando la comisaria.
Yoshitomo Nara, desde un ámbito pop, trabaja temáticas relacionadas con la infancia, Chiho Aoshima, quien juega con colores ácidos y llamativos en el mundo del diseño gráfico, o las jóvenes artistas Aya Takano, Chinatsu Ban o Akane Koide, que representan la feminidad y la infancia desde un punto de vista "muy tierno", son algunos de los artistas que exponen sus obras.

La otra comisaria encargada de la parte de los artistas japoneses afincados en España, Laura Clavería, ha señalado que se ha tratado de analizar el trabajo de siete artistas japoneses que representan las tendencias y los estilos que comparten la peculiaridad de residir en ciudades españolas como Madrid, Barcelona o Granada.

Esta circunstancia es, según la comisaria, la que ha hecho que su obra sea muy rica en matices, centrada en la estética "kawaii" de lo mono y lo bonito representada por artista como Tomomi Nozawa o Mika Murakami.

Autores como Fumiko Negishi o Hanamaro Chaki representan manifestaciones más introspectivas y personales de su mundo interior, donde también hay cabida para artistas como Hiroshi Shimamura, Yoshi Sislay o Sosaku Miyazaki más cercanos al arte urbano.

"Queríamos ofrecer una mirada que se alejase de los clichés y los estereotipos que se proyectan sobre Japón desde occidente con obras que resultan rabiosamente atrevidas, sinceras e indisciplinadas" ha explicado Laura Clavería. EFE

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